- Incapacidad de actuar en representación de la empresa: Si el poder de representación no está inscrito en el Registro de Comercio, el apoderado no tendrá la capacidad legal de actuar en nombre de la empresa ante terceros, lo que puede generar un impedimento en la realización de los actos comerciales necesarios para la operación de la empresa.
- Nulidad de los actos realizados: Si el apoderado realiza actos en nombre de la empresa sin tener la capacidad legal para hacerlo, dichos actos pueden ser considerados nulos, lo que puede generar problemas legales y financieros para la empresa.
- Responsabilidad solidaria: Si el apoderado realiza actos comerciales en nombre de la empresa sin tener la capacidad legal para hacerlo, la empresa puede ser considerada responsable solidaria de dichos actos, lo que puede generar una serie de obligaciones y responsabilidades legales y financieras.
- Pérdida de la fe pública: Si la empresa no cumple con la obligación de inscribir sus poderes de representación en el Registro de Comercio, puede perder la fe pública y la confianza de los terceros con los que realiza sus transacciones comerciales. Esto debido a que cualquier persona con estos poderes sin registrar puede actuar de mala fe o de forma fraudulenta en perjuicio de la empresa.
- Multas y sanciones: La Autoridad de Empresas establece multas y sanciones para aquellos comerciantes que no cumplan con su obligación de inscribir los actos de comercio en el Registro de Comercio. Por ejemplo, la Resolución Ministerial 131/2020 de la Autoridad de Empresas establece que cualquier persona que realice actos de comercio sin estar inscrita en el Registro de Comercio puede ser sancionada con una multa en UFV (Unidades de Fomento a la Vivienda) o incluso la cancelación de su registro. Además, establece que los administradores o gerentes de una empresa pueden ser sancionados con una multa similar si no cumplen con su obligación de inscribir los poderes de representación legal en el Registro de Comercio.